A modo de introducción, el Grupo Haulotte tiene su origen en Francia y está presente en más de 20 países, con fábricas en tres continentes, y cuenta con más de 1.600 empleados directos. Además, la empresa cotiza en la bolsa de Paris y ocupa el liderazgo europeo en volumen de ventas y la tercera posición como fabricante a nivel mundial.
En Chile cuentan con una instalación de más de 3500m2 ubicada en la Panamericana Norte, Región Metropolitana, y hace ya algunos meses es un cliente premium de Control Flota.
Tulio, cuéntanos cómo llegaste a Haulotte y cuál fue tu primera misión en la compañía. Llegué a Haulotte hace aproximadamente nueve meses. Mi tarea inicial fue mejorar el seguimiento y el control de la flota de arriendo, un aspecto clave para optimizar nuestra operación en Chile.
Cuéntame, antes de trabajar con Control Flota, ¿Qué desafíos enfrentaron?
Teníamos el desafío de implementar un sistema realizar el seguimiento y control de nuestra flota. Nuestra casa matriz tiene un sistema muy robusto, pero por costos y certificaciones no podíamos implementarlo en Chile. Ahí apareció la necesidad de un servicio local confiable. Durante un tiempo intentamos instalar sistemas que no funcionaron o que no entregaban soporte. Incluso con proveedores más baratos, terminábamos con cero confianza: instalaban y después desaparecían. Entonces conocimos a Control Flota, y todo se fue dando muy armoniosamente.
¿Qué los llevó a elegir Control Flota?
En particular, la simpleza en la instalación, la forma profesional en que presentaron la solución y, sobre todo, la confianza que nos transmitieron. No queríamos repetir errores del pasado. Con ellos sentimos respaldo desde el primer día.
¿Cómo fue la experiencia de la implementación?
Excelente. Su equipo técnico es muy profesional y cercano. Nos armaron un grupo de WhatsApp, coordinaron con nuestro jefe de taller, designaron encargados y respondieron siempre con rapidez. Instalar en terreno es complejo, porque nuestros equipos están en obras, túneles o metros, pero ellos se adaptaron a esa realidad.
¿Y en términos de capacitación y soporte?
Control Flota responde de manera impecable. Nos enseñaron tanto la parte operativa del software como la instalación del hardware. Siempre han estado atentos a resolver dudas, incluso cuando hay consultas más técnicas. Se nota que hay una cultura de acompañamiento constante.
¿Qué beneficios concretos les ha entregado el sistema?
Son varios. Antes, muchas veces no sabíamos dónde estaban nuestras máquinas y eso generaba costos enormes en traslados. Ahora podemos ver la ubicación en tiempo real desde el celular. También podemos medir horas reales de uso, lo que nos permite facturar de forma justa y detectar excesos de operación. Un punto clave son las baterías: podemos monitorear su estado de salud y prevenir daños que cuestan más de un millón de pesos. Además, el sistema nos da alertas de mantenimientos preventivos y reportes automáticos, lo que eleva la eficiencia y la transparencia.
¿Cómo impacta todo esto en el negocio?
Nos permite cuidar mejor nuestros equipos, reducir costos y evitar mantenimientos reactivos que antes eran muy caros. También nos da evidencia clara frente a los clientes: sabemos cuántas horas trabajaron los equipos y en qué condiciones. Eso marca una gran diferencia.
¿Qué destacarías como lo más valioso de Control Flota?
Su flexibilidad para adaptarse a la realidad de cada cliente y el profesionalismo con que trabajan. No son un proveedor más, son un aliado. Tú planteas una necesidad y ellos buscan cómo desarrollarla. Esa cercanía y esa capacidad de evolución conjunta es lo que más valoro.
